Las cenicientas del Siglo XX/XXI
La Princesa Sofía Hellqvist cuenta en una entrevista televisada el calvario que tuvo que padecer a raíz de su compromiso con el príncipe Carlos Felipe.Ella había trabajado como modelo publicitaria de lencería, y eso fue difícil de digerir por la también mogigata sociedad sueca, pensamos que los suecos son muy avanzados pero parece ser que no tanto. Cuenta que antes de contraer matrimonio fundó una ONG para niños desnutridos en África ( Senegal y Ghana) la fundación la crea según cuenta antes de ser novia del príncipe con sus propios ahorros¡¡Humm!! ella trabajaba entonces como camarera y animadora de realitis. Actualmente ella y su esposo están fuera de la casa real.
Este último año se ha formado como asistente de cuidados para enfermos de Covid y va a un hospital, todo esto está muy bien, pero cuando llega a un hospital no sabemos ni cuantas horas hecha ni tampoco la van a tratar mal, porque en los trabajos a veces hay historias lúgubres de rechazo, y no va a ser su caso. Ser princesa es algo dulce, con muchas, muchisimas ventajas, algunas han escrito un libro de cuentos que le han publicado y pagado bien por ello, y que de otra forma no hubiera visto la luz, pero reconozco que estar en boca de todos no es agradable y que por lo menos está haciendo un esfuerzo para demostrar que no es un jarrón de adorno.
La red está llena de fotos como ésta.Yo no soy lo que se dice una puritana, más bien lo contrario, pero éste tipo de fotos es para atraer a hombres y estás vendiendo el cuerpo a través de la foto, lo que un hombre haga al ver tu foto no es asunto mio desde luego. Tiene un buen cuerpo y un buen físico, y además un destino inesperado. Es más o menos la misma historia que Metet Mari. Y esto es lo que revuelve a la gente, porque imagino que en Suecia como en otras monarquías hubo jovenes de la nobleza que recibieron una educación universitaria y acorde pensando que un día quizá...
La relación no fue un camino de rosas, llegó un momento en que tuvo que plantarse pues el príncipe se hacía el remolón, y fue durante el bautizo del hijo de la Princesa Victoria, o iba o la relación terminaba, finalmente el rey claudicó, y el noviazgo se oficializó.
Son las cenicientas del S XXI,en el siglo XX también las hubo, Silvia de Suecia o Sonia de Noruega, pero estas son distintas, sus vidas fueron más "libres". No las juzgo, nacieron para ello, estoy convencida, tuvieron suerte de hacer de soltera lo que se les apeteció y luego encontrar al príncipe soñado. De todas mi preferida es Maxima de Holanda, inteligente, alegre y al parecer el pueblo la adora.Bueno y guapa,de joven era esplendida.
Que más le puede pedir una mujer a la vida. Él tampoco está mal.
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Y no quiero terminar este texto sin comentar que la envidia existe no solo en España, país con fama de envidioso, en el resto del mundo también. Y cuando alguien destaca,bien sea por tener un novio "deseable" escribir un libro, o tener una buena casa, por poner algunos ejemplos, se echan encima como buitres. Por eso mucha gente prefiere pasar desapercibida en todo, esconder la felicidad y los logros como decía una conocida mía, que enseñaba constantemente las fotos de bodas, bautizos y hasta el parto de la hija, para ver lo felices que eran las 24 horas del día. El tiempo me he enseñado a ser discreta en todo.
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