Palestina y Biden.

 La victoria de Biden se ha sobre dimensionado, pero lo cierto es que después de años de alternancia entre demócratas y republicanos, nada ha cambiado en determinadas zonas del planeta, una de ellas Palestina. Todos estamos contentos que hay salido el esperpento de Trump de la Casa Blanca, pero de ahí a tener esperanzas de un nuevo rumbo en la política internacional americana hay un trecho.

Lo del lobby judío es una realidad, y los hay republicanos y demócratas. No todos los judíos están cortados por el mismo patrón, algunos son hasta antisionistas, pero Biden no va a mover un dedo por ello.

En cuanto a los aranceles he oído decir que Biden es proteccionista, no sabemos hasta que punto, pero tampoco nos podemos hacer ilusiones de que el vino, aceite y algunos productos más españoles vayan a exportarse de nuevo. Esto ha supuesto para algunas empresas un daño enorme. Pero es lo que hay.

El poder de ciertos sectores económicos en Estados Unidos no permite que el presidente se salga del tiesto. Por eso la victoria de Biden hay que tomarla con cautela.