Letizia, la reina impaciente.
Este libro lo saqué de la biblioteca electrónica de la Comunidad valenciana.He tenido que esperar un mes y medio para leerlo, pero no ha merecido la pena. No aporta nada nuevo,a diferencia del que escribió el primo, porque éste si la trató, tuvo bastante relación con ella y la conocía bien, pero en éste último, y espero que sea el último, es por boca de terceros, con lo cual todo se desvirtúa, cuando la vida de alguien va pasando de boca en boca, al final lo que queda es un verso suelto que nada tiene que ver con el original, se añade, se quita y se distorsiona.
El autor nos habla de una mujer audaz, ambiciosa, impaciente por todo, y sabiéndolo todo. En ésta familia parece que el plato fuerte es la venganza, el primo lo demostró con creces y ella no se queda corta. Que tiene un punto intelectual, no lo dudamos, le gusta la lectura, cosa que a las cuñadas parece no interesarles, y posiblemente al rey tampoco.
A las reinas españolas se las catalogó siempre por sus virtudes, y no precisamente por su cultura.
En cuanto a él, lo definen los que le conocen como perezoso, parsimonioso e impuntual, sin madera de líder.
En la reuniones a las que ella asiste, para oír otras voces, nos encontramos con madres angustiadas porque los científicos no acaban de descubrir el medicamento que acabe con las enfermedades raras, ¿Pero puede la reina hacer algo?, todo esto es pura panoplia como dicen los franceses, una expresión que también existe en España pero poco utilizada.
El autor insiste una y otra vez en su inseguridad,, no se,, si lo es, lo disimula muy bien.
Pobres niñas, dice la abuela.¿En serio? ¿Llevan una vida dura?La abuela creo que perdió el norte.
El autor habla mucho de su estilismo, de comentarios de revistas,,hace comparativas con otras reinas, pero quien realmente la retrató fue el primo. De éste relato se desprende que hay un punto bohemio y aventurero en ella, lo cual no está mal, personalmente me gusta la gente así. Al parecer toma un menú de 10 € cuando sale del cine, todo esto de cara a la galería está bien, pero lleva pendientes muy caros, no me refiero a las joyas de pase.Su vida es una contradicción que se puede permitir, (éste comentario es mío no del autor). La reina española en comparación a otras europeas, como Matilde de Bélgica o Mary de Dinamarca, amén de Máxima, es mucho menos encorsetada ( comentario mío).Hay restaurantes que rizan el rizo, como el rey de los tallarines, que tiene una mesa con dos sillas donde se dice que ahí se sentaron Felipe y Letizia, como si sus posaderas fueran de oro.
Cuando va a una función le gusta pasar por el camerino y saludar al artista, incluso le puede invitar a una cerveza, pensando que va a aceptar loco de contento por ser quien es, pero a veces se encuentra con una evasiva. Ya hace años hubo un problema desagradable con Sabina, quería conocerlo y llamaron de casa real para producir ese encuentro, Sabina organizó una cena en casa y la invitó a ella y al principe, así como a Ana Belén y algún otro celebrity del momento, Letizia contó un chiste sobre ella que los dejó a todos halados, aquello trascendió,,, también tuvo un desencuentro con Penélope Cruz, al parece aseguró que la actriz había trabajado en una película, a lo cual ésta respondió que no,, su problema desde mi punto de vista, es querer saberlo todo, y a veces hay que documentarse por varios medios para tener una idea objetiva.
Hay algo que diferencia a ésta reina del resto, y es que en Europa a la reinas no se les permite hacer lo que les de la gana, hay un limite, sobre todo a la hora de salir y divertirse, y a ésta si. Como decía la canción de Imperio Argentina: El día que nací yo, que planetas reinarían.
Termino éste "resumen/reseña" añadiendo una nota mía: Los dioses son caprichosos y no benefician a todos por igual.
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