Joaquín de Dinamarca, el Príncipe de mirada de acero.

Este hombre de mirada glacial es Joaquín de Dinamarca hermano de Federico, el heredero al trono. Si me atengo a lo que dice la prensa danesa, que pude ser cierto o no, Joaquín le tiene celos a su hermano, porque su destino estaba claro desde el principio mientras que el suyo y el de sus hijos era incierto.

El rostro de Joaquín dice más pero tampoco podemos escribir todo lo que quisiéramos. La prensa danesa comentó en su momento que su primera esposa,Alexandra de origen taiwanes,se separó harta de infidelidades, y porque al parecer ya andaba con Marie, su actual esposa; también tuvo problemas con el alcohol. Y por último no sabía que hacer, a pesar de tener una buena asignación por parte del estado, pero tener una asignación no es un oficio. Así que le crearon un puesto en la embajada danesa en Francia, un puesto a su medida, con un bue sueldo y sigue cobrando la asignación del estado. Después algunos se preguntan que por qué hay tantos anti monárquicos.

Los hijos de Joaquín andan a la "deriva".El mayor estuvo dos meses en la academia militar y se fue, eligió la profesión de maniquí de pasarela, la profesión que yo llamo pan para hoy y hambre para mañana, algunos están por ser quienes son, pero lo peor es que el hermano pequeño donde Joaquín tenía puestas sus esperanzas en que fuera a la academia militar se ha ido a los dos meses, no han dicho si se va a dedicar también al mundo de la moda. 

Las casas reales siempre han tenido una disciplina,no se podía hacer lo que uno quisiera, el cargo llevaba ventajas pero también inconvenientes; en la actualidad los matrimonios morganáticos, donde una de las partes pasa de las obligaciones reales, conllevan desbarajustes. Los hijos de Joaquín se han criado con la madre aunque hayan visto al padre, más de visita y para una foto de cara a la galería que para una convivencia.Si la disciplina no se impone, al final los hijos pueden frecuentar amistades poco convenientes y elegir un futuro un tanto incierto, solo hace falta que alguien te diga: Joder con ese cuerpazo y ese rostro tu podrías ganarte la vida como modelo. 

El padre de Joaquín,el Príncipe Henri, también pegó la estampida,dejando a la mujer y a los hijos en Dinamarca, y volviendo a Francia, no soportaba ser el segundo, pero una vez en Francia vio que la soledad era su única compañera, y que después de todo Copenhague no era tan mal lugar para vivir y volvió, no quiso que lo enterraran en el lugar destinado para  la reina,así que incineraron sus cuerpo y esparcieron las cenizas por los jardines de palacio.

Nacer en el seno de una familia real no tiene porque ser de color rosa, pero lo que si tengo claro es que es mucho mejor que nacer en un arroyo en la India.


 

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