Kate, perfecta anfitriona.


 Cada vez estoy más convencida de que Kate Meddleton es perfecta para el cargo y que la elección de William fue la adecuada, a diferencia del hermano. Se puede tener carácter y saber estar, si te coges un berrinche por un supuesto comentario racista que está por ver que fuera cierto y te largas, dejando a todos plantados, con una reforma en la casa que hicieron a su gusto de 1Millon de €uros, dejas mucho que desear, caprichosa e intolerante.

Kate recibió una buena educación, y se ve, la buena educación no es coger los restos del plato con un trocito de pan, que es lo que enseñan en los Rosales, está bien, pero hay más, mucho más. Siempre fue de buen tono saber tocar el piano, es más una cuestión de impresionar, pero lo cierto es que Kate dejó a todos anonadados cuando anoche acompañó al cantante británico Tom Walker al piano.El lugar elegido fue la abadía de Wenmister.Fueron unos villancicos al estilo británico, léase protestante, pues estos también cantan villancicos pero sin zambomba. Kate superará a Diana, no me cabe la menor duda, Diana fue más de ir de acá para allá, levantando minas anti personas que por cierto leí como hacían, primero peinaban la zona, y luego pasaba ella con la maquinita metálica, todo esto es puro teatro, y el teatro ficticio de las royalties no me gusta. 

kate tiene una elegancia británica alejada del continente, de lo que impera en Europa, pero los británicos son así, algo más conservadores.


Está claro que Kate no es una belleza exótica, pero los exotismo a veces no dan más de si.

Yo tengo la sensación que su madre intuyó en cierta forma que ella podía ser la mujer que llegara al trono de Inglaterra, hizo todo lo posible para que pudiera ir al mismo colegio que William, un colegio muy elitista y super caro, y le dio lo mejor en educación, el resto sería el destino.

Hay una anécdota que quiero contar a propósito de Farah Diva, siendo aún muy niña, le pico un bicho que hay en Irán y la mano se le hinchó, la madre la lleva al hospital, y le dice al médico: Doctor no le quedará marca, vaya que un día sea ella a quien le tengan que besar la mano y no me gustaría que tuviera una cicatriz. Farah nunca olvidó aquello, y un día le preguntó a su madre del por qué había dicho eso, y le comentó que a veces intuía que ella podía ser emperatriz de Irán.


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