La tristeza de Charlene,
No todas las princesas son felices, aunque yo sigo pensando que el 95% lo son. Charlene de Mónaco forma parte de ese 5%. La tristeza endémica de Charlene es bien visible, y posiblemente no sea un solo motivo, si no un conjunto de ellos. Detrás de la sonrisa del esposo puede haber una indiferencia hacia a ella en el mejor de los casos, y los niños no encajan en ningún colegio. De nada sirve tener al mejor esteticista, porque hay cosas que van más allá del bisturí, ni la mejor clínica de reposo con un médico para ti sola. Dice la prensa que la relación con la cuñada no es buena, y es que tener a Carolina como cuñada no debe ser fácil, se sabe amada, adorada, admirada y todo lo que termina en ada, eso te da un poder que Charlene parece no tener.
No sabemos cuan enamorado estuvo EL, si sabemos que tenía que contraer matrimonio y tener descendencia,,, este tipo de obligaciones me dan cierto escalofrío, cuando un trono pende de un hijo. Al final tuvo suerte y tuvo un varón. A mi él no me cae mal, siento cierta simpatía, al margen del trono.Hay gente que te gusta y gente que no, al margen de lo que hagan. Ha sucedido en España recientemente cuando un grupo de admiradores del emérito lo jalearon, y alguien dijo: Si quieres a alguien lo quieres haga lo que haga, y así es.
Las princesas tienen muchas cosas que el resto no tenemos, pero hay excepciones.Está claro que todo no es material.
Me gustaría ver a Charlene con otra expresión en el rostro, si hay quien se pone al lado del vencedor como norma, yo me pongo en el otro extremo, si fuera amiga de Charlene la apoyaría sin lugar a dudas.
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