Pequeños milagros y no tan pequeños.
La vida está llena de pequeños milagros, y como son pequeños pasan desapercibidos, porque la gente a veces espera el super milagro, dicho de otro modo, el cáncer que se cura o el paralitico que se levanta. Pero hay sucesos sincrónicos que son milagros, a veces pequeñas cosas que necesitas y aparecen o suceden como por arte de magia. En este libro escrito por dos escritoras judías se narran sucesos que vivieron personas con nombre y apellido, los hay más grandes y más pequeños.
Para que el milagro suceda hay que creer en él, es muy raro que a un escéptico le suceda un milagro.El título en inglés es:Extraordinárias coincidencias de la vida cotidiana, pero entiendo que con ese título muchos no entenderían nada, algunos no conocen bien el sentido de las coincidencias.
En Israel parece que suceden muchas coincidencias milagrosas. Dentro del mundo católico no oigo nada, o quizá se lleven en silencio. Además no todo el que vive una coincidencia cargada de sentido de algo que esperaba, o sea dentro del campo de milagro, la cuenta, porque luego pueden venir hasta as críticas.
Si algún milagro te llega y está dentro de tus posibilidades ayuda a alguien que lo necesite. El milagro requiere de cierto agradecimiento.
En el judaísmo si alguien se curó de una enfermedad de las conocidas como incurables, suele dar una comida a sus conocidos, es una forma de compartir. Yo no soy judía pero conozco sus costumbres.
La foto de la cortina es porque los judíos ortodoxos dicen que Dios está esperando detrás de una cortina a que la abras.
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