recuerdosdeuntiempopasado

      En Marruecos existe una tradición que no existe en ningún otro país árabe, son los judíos de corte, se llaman así de corte y no de la corte que es lo que estarán pensando algunos. Antes de entrar en algunas explicaciones, quiero comentar que el judaísmo en Marruecos se pierde en la noche de los tiempos, en el Sur de Marruecos, próximo a Tan Tan hay cementerios muy antiguos con tumbas que datan del S.II, están escritas en arameo y algunos de los allí enterrados nacieron en Israel. Estos judíos de los que en cierta ocasión vi alguna foto, era de piel negroide, y  músicos de profesión, las mujeres cantaban, e iban vestidos con ropajes muy particulares. Ya no quedan o no me consta en todo caso.También hubo judíos que se convirtieron al Islam en los S. XII, XIII y XIV, según leí no hace mucho en un articulo. Hay que esperar a finales del S XIX cuando algunos sultanes llamaban a miembros de la comunidad para que les sirvieran como médicos o contables. Pero es realmente Mohamed V y pos

                                       Hoy vi un  comentario sobre alguien conocido, a quien definían como generoso y pensé que era buen momento para hablar del tema. En todos estos años de mi vida he visto de todo, desde grandes generosos hasta redomados tacaños.  Siempre aprecio esta cualidad en el sentido más extenso de la palabra. La generosidad puede ser a nivel monetario, pero también en otros ámbitos de la vida. Se puede ser generoso perdonando, y olvidando viejos rencores, se puede ser generoso diciendo unas palabras amables, y se puede ser también tacaño verbal. En el mundillo larachense he conocido más generosos que rácanos. En general los que vivimos en Marruecos nos criamos en un ambiente sano, solidario cuando las circunstancias lo requirieron y tolerantes. La tolerancia también forma parte de la generosidad. Elegí la imagen de arriba porque a veces es cierto que cuesta "subir" la montaña, y en esos momentos si aparece una mano amiga o no tanto, dispuesta a ayuda

    El espía perfecto casi existe, digo casi, porque todos se relajan, y terminan siendo descubiertos.En este caso ha sido un topo de la policía infiltrado en un movimiento libertario de Barcelona. Era un seductor, tuvo relaciones con varias mujeres del grupo, y todas lo describen con cierto encanto. Y es que los espías, los buenos, tienen cierto charme, algunos incluso cierto carisma. He leído sobre espionaje y no todo el mundo puede ejercer este trabajo, por lo menos cuando requiere de trabajar en grupo, infiltrarse y sacar información.  Los servicios secretos españoles siempre han sido mediocres, a decir de Pilar Urbano, buena conocedora, y escritora de algún libro al respecto, que en su momento leí.  Infiltrar a un topo en un movimiento libertario puede ser fácil, otra cosa es dentro del independentismo. ¿Habrá alguno?