De casta le viene al galgo, hablando un poco de Sylvie Vartan,
Este post se podría llamar de varias maneras, pero he elegido una que me parece la más adecuada. La información está tomada de Internet pero yo aporto mi granito de arena haciendo los comentarios que me parecen pertinentes,
Estos son sus padres, la madre muy atractiva, hija de un arquitecto húngaro de renombre, trabajando para el régimen comunista, una mujer atractiva desde mi punto de vista. El padre búlgaro de origen armenio, un rostro difícil de definir. Ambos vivían en Bulgaria, su padre era agregado de prensa en la embajada de Francia. Su padre los instaló en la montañas y se quedó a vivir en la ciudad, los veía los fines de semana. Estando en Francia, ella comenta algo sobre las ausencias del padre, pero no entra en detalles.
Sylvie era una niña bonita de esas que la cámara quiere, y con siete años hizo su primer papel en el cine. Estaba predestinada, hay a veces un cúmulo de circunstancias que poco a poco te van llevando donde el destino marca.
El director era amigo de la familia y vio posibilidades en la niña y fue durante el rodaje que se enamoró de la cámara y supo que algún día de alguna manera ella sería estrella.
Con el dinero que le pagaron le compró unas botas a su hija. Al trabajar el padre en la embajada de Francia, estos arreglaron sus papeles para que emigraran a Paris. La familia llegó en 1952, tenía ocho años.
Su hermano Eddie, era músico, hacía arreglos y tocaba varios instrumentos, entre ellos el saxo, grabó algún disco, pero la gloria estaba reservada para ella. Y ahora hablemos de casualidades, de esas maravillosas casualidades de las que el mundo del cine y la música están llenas.
En 1961 la cantante Gillian Hills, debía grabar un disco con una banda de música y en el último minuto cambia de opinión por motivos espurios, el grupo se queda colgado y su hermano Eddie supo que había llegado el momento de su hermana, la propuso a ella y la RCA ( casa de discos) aceptó, tenía 17 años y ya se había subido a un escenario acompañando a bandas de música.
Cuando el disco comenzó a sonar por las emisoras de radio, la gente iba a comprarlo, entonces se vivía de la venta de discos, sobre todo en los comienzos. Dice ella: Fui consciente que podía ganar en un día lo que mi madre en un mes.
Hacía lo que me gustaba y al mismo tiempo me convertía en millonaria. Me di cuenta que era una privilegiada, un día me llegué a preguntar, si era ético ganar tanto divirtiéndote.Y de ahí al Olimpya, tenía tan solo 17 años, algunos tardaron en llegar, otros no lo consiguieron nunca, pero la vida de Sylvie era miel sobre hojuelas.
Su hermano estaba a su servicio, componía, le buscaba canciones, le hacía contratos jugosos.. en fin. Que más se puede pedir.
Con 18 años era una estrella, fue telonera de los Beattles, salía en la incipiente tv francesa, sábado si, sábado también.
Tenía 17 años cuando conoció a Jhonny Hallydey que tenía 18, y fue el flechazo. Con 19 se casa. Sylvie estaba hasta en la "sopa" y no lo digo con mala intención, revistas, películas (hizo algunas) discos por doquier, y con 20 años era multimillonaria, hasta el punto de poderse comprar un castillo y una casa en un barrio de Paris solo apto para las grandes fortunas, se llama Montmoroncy, fue creado en el S.XVIII por una aristócrata.
Cuando se quedó embarazada Johnny no lo dudó y contrajo matrimonio con ella, el matrimonio duró unos años, con bastantes infidelidades por parte de él, hasta que se hartó y se divorció. Luego volvió a contraer matrimonio con Tony Scotti, un productor de espectáculos, americano afincado entonces en Miami, fue en 1981 y con él sigue. En un viaje que hizo a su país natal adoptó a una niña, ya que ella con Tony no tuvo hijos. Adora su hija. Tiene nietos y es una mujer feliz en el amplio sentido de la palabra.
Cuando Johnny falleció y se abrió el testamento su hijo no estaba, tampoco sus nietas, se culpó de todo a su última esposa Laetitia con la que tuvo hijos.
Sylvie ha tenido una vida feliz, donde no ha conocido la desgracia. Ella misma dijo no hace mucho en un programa de TV, durante una entrevista: no sabía que el cielo me tenía reservada una vida con tanta dicha, nunca pedí nada, todo me llegó.
He sido fan de ella. Su canción más celebre : la plus belle pour aller danser, vendió millones de este disco. Mi preferida La Maritza. En ella recuerda su vida en Bulgaria.Abajo os la dejo con subtítulos.
Algunos quizá no la conozcáis.
La letra es bellísima.
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