Historias de Cuba, historias para no dormir.


 Durante un tiempo amadriné a una dama de blanco. otra historia de la que prefiero no acordarme y debido a ello leía, y leía sobre un país del que a penas conocía. Tomé contacto con el exilio y conocí a un par de buenas personas, digo esto porque en todas partes los hay buenos, malos y regulares. Y comencé a leer, para opinar hay que leer, no solo aquello que suena grato al oído si no también lo que puede disgustarnos. Y así comencé mi andadura, contactando y escribiendo a unos y otros. Me llegaron a publicar en algunos periódicos independientes pero esto ahora es lo de menos.

Quería hablar de Gabo, el gran García Márquez. A mi Cien años de soledad no me iba, lo mío son historias más cortas, más en el relato que en la narración.

Voy a hablar de Gabo y su amistad con el comandante, como si el comandante tuviera amigos, los dictadores no tienen amigos, ni este ni Stalin, ni Franco ni ninguno.

En los años 60 Gabo todavía no era el gran García-Márquez, con un Nobel bajo el brazo, pero si era conocido en los ambientes intelectuales de Francia y algún país más. A Gabo que no era comunista, si no más bien crítico, se le metió en la cabeza conocer a Castro por razones que se nos escapan, pero Castro le daba largas, ya estaba en el poder, llego el 1 de Enero del 59.En aquellos años  Castro era Dios, y Vargas Llosa que comenzaba a despuntar, vivía en Paris, rodeado de una corte de aduladores ( es lo peor que le puede suceder a un escritor) y entre él y otros, deciden mediar para que Castro lo reciba. El encuentro fue amor a primera vista, o dicho de otro modo, una gran historia de amistad, tanto es así que Castro le regala una casa en Varadero cerca de una que él tenía. 

               La que ven a la derecha.

El colombiano pasaba temporadas  allí, y el Comandante y él hablaban de los divino y de lo humano, solía aparecer sobre la 12 de la noche y se quedaban hasta el alba.

Y un día, Fidel le dice,( cuando quería conseguir algo se ponía grandilocuente) Gabo yo te quiero pedir algo.De que se trata, dijo el colombiano, y Fidel soltó lo que llevaba tiempo barruntando: quiero que escribas mi biografía. A Gabo parece que le cambió la cara de color, y le dijo que no. La respuesta chocó a todos los presentes, pues al Comandante no se le podía decir que no. No se habló más del asunto pero para Fidel, Gabo dejó de ser su amigo. ¿ En algún momento lo fue? Esto sucede a principios del 2.000 aunque la fecha puede ser puesta en solfa.

Un buen día y metidos ya en el 2.000 y algo, 2.006/7/8. Gabo llega a la Habana, y Fidel lo ignora, ese día dio la casualidad de que Chávez estaba allí, y va y le dice al venezolano: ¿Sabes quien está aquí? El fantasma de Gabo; la definición era buena, porque los fantasmas son gente muerta. Como trasciende este comentario que Fidel le hace casi al oído?? pues porque Chávez lo contó.

Luego vendría le  muerte del colombiano con una esquela diminuta en el Granma, que extrañó a todos,  o casi... el pueblo no sabia nada. Cuando falleció Fidel, su hermano Raúl estimó que Márquez merecía algo más y se fundó la casa museo que he puesto arriba.

Dicen que Raúl está hecho de otra pasta.


Comentarios

Entradas populares de este blog

La comunión del siglo

El obispo y las monjas.

Hijos contra sus madres. El caso del hijo de Carmen Borrego