Mises adolescentes.


 Que puede llevar a una madre a casi endeudarse para que su hija participe en un concurso de Miss. Una obsesión por la belleza que resulta enfermiza. Estos concursos no llevan a ninguna parte, y tienen que desenvolsar sumas de dinero, para gastos varios, en torno a los 4.000€, ya que no tienen ningún apoyo, ni de la administración  ni de ningún organismo.Una vez ganado el concurso no hay nada más, ni desfile ni salir en prensa ni nada de nada. Es papel mojado.

    Algunas mujeres se han atrevido a denunciar a una de las organizadoras, persona sudamericana, pues estos concursos proliferan en paises al otro lado del Atlantico.En Estados Unidos hay incluso un certamen llamado Miss Chiquitita, donde participan americanas de origen, y hay autenticas batallas campales.

   Esta niña tiene tres años y medio, y la sometieron a sesiones de maquillaje, pasarela, andando como si fuera una profesional, las niñas que no ganan quedan acomplejadas, y las madres indignadas porque la vencedora tenía que haber sido la suya, hay puyas, y violencia verbal, que las niñas tragan.

  Pero en aras de la libertad está permitido, luego se escadalizan por otras cosas, o acusan a una mujer recien parida de "maltrato" cuando a lo mejor su falta de experiencia hizo que no cogiera bien al niño y el asunto se le fue de las manos.

   En España es para adolescentes,, no me consta que haya para niñas renacuajo.Es una cultura vacua, vacía de contenido. A que puede aspirar esta niña Miss chiquitita cuando sea algo mayor? Si el físico le cambia, la niña puede quedar acomoplejada pues ya no está en los estandares de belleza al uso.

   La culpa no es solo de la adolescente que quiere concursar y ser flor de un día ante un público más familiar que otra cosa, pues esto no suele salir en ningún sitio, la culpa es de la madre, aunque después de ver a algunas madres no me extraña.


    



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