Comidas extrañas.

Hace un par de días me dice una amiga, echa un vistazo a algún restarante majete de Orihuela y el lunes nos vamos a comer fuera, cuestión de cambiar el chip del pueblo.

  La decisión de elegir Orihuela o Elche es más una cuestión de kilometraje, pero en Elche hay más donde elegir en todo. 

   Decido mirar en ambas ciudades,huyendo de las estrellas Michelin, caras y para entendidos, a mi me gusta saber lo que como en todo momento.

  Aqui he puesto una selección de platos Michelin, lo de arriba una ensalada  parece un cuadro de Miro, francamente no, el plato cuesta 20€; este otro hay que acertar de que va; es carne de ternera imitando unas setas, la carne parece cruda, quiero suponer que no, lo de arriba no sé que es.


  Y este otro me da hasta yuyu.Me refiero al de abajo, no sé que es.

Me decanto por una arrocería, estamos en tierra de arroces, y aquí viene lo mejor.



El restaurante tiene un maestro arrocero, y hace distintas variedades. Intento ver precios, y no aparecen por ningún lado, pero si en letras grandes: RESERVAS, no es el único, en Madrid a  puñaos, te enseñan los platos pero no los precios, reservas sin saber lo que vas a gastarte, en mi caso, no puedo hacer algo así pues dispongo de un presupuesto limitado para este tipo de cosas; llamo al restaurante para que digan si es posible saber los precios, y me sale un contestador automático, o sea que reservas a traves de un contestador, no hablas con nadie, y pregunto al contestador que hay que hacer para saber los precios, y me dicen que no disponen de esa información. Esto que es os cuento es cierto.
  Hay una cadena de restaurantes italianos de lujo, con restaurantes en distintos puntos de España y lo mismo, el de Alicante ha cerrado, los platos rarisimos, no bajan de los 23 €, en plan mijita, tienes que comer tres platos para enterarte. El precio medio en algunos restaurantes ronda ya los 80 €.

   Aqui en el pueblo había uno que podías comer bien, comida normal pero bien hecha por 25€ pero han cerrado, abrieron hace cinco años pero no han podido  aguantar la cantidad de restaurantes que hay, en un pueblo de 14.000 habitantes unos 10 y la gente ha restringido las salidas.

   A la gente le ha dado por abrir restaurantes, toreros, futbolistas, políticos y gente corriente, pero según leo, el sector de la restauración hay que conocerlo. Un cocinero cobra unos 1.600/1.900 € al mes. Un porcentaje alto de restaurantes fracasan, si son de gente VIPS los precios son abusivos y la calidad del plato no siempre está a la altura.
 
   Ayer leí una noticia que me llamó la atención, un joven de veintiun años  cumplía su sueño de tener su restaurante, lo han abierto en Madrid, los padres deben estar bien, porque han comprado el local, y lo han arreglado, 150.000 €, el restaurante se llama Pipilacha* (el nombre ya de por si me echa para atrás, los nombres no son baladíes) en pleno barrio de Salamanca, hay dos menús uno a 40 y otro a 70.
Este es uno de los platos del Pipilacha, 
es comida fusión, dentro dos cocineros haciendo las virguerias. No he podido ver fotos de las mesas, pero veremos a ver cuanto aguanta. En el Barrio de Salamanca hay restaurantes a porrillos, pero el chef es fundamental.

  150.000 es una inversión importante. Arián el dueño tiene tan solo 21 años,el compañero 24,imagino han pasado por alguna escuela. Él ha podido gracias a sus padres, seguiré de vez en cuando a ver que camino toma. Está recien abierto y no quiero ser pájaro de mal agüero.



Otro plato del Pipilacha, la culebrilla,,,


Abajo Arian haciendo virguerías con un aparato, está haciendo una libélula, y el resto de lo que se ve es el plato que va a llevar a la mesa.
Arian se lo está pasando bien con su comida fusión. 


   Y todavía no sé donde iremos a comer, la arrocería es una buena apuesta, con algún  entrante, y algún vinillo.Un sitio donde se come bien es Murcia, pero no tenemos ganas de ir hasta allí. 

  Yo soy de las que me tomo una ración de galeras y un plato de buena fritura de pescado en el Bar de Cuatro Caminos. o unos calamares a la riojana que hacía el Central y me quedo más contenta que unas pascuas. En Madrid no cambio el Restaurante la Bola por nada, buen cocido y buen ambiente.

*Una pipilacha es una libélula, pero también un matapiojos, es una palabra en desuso pero con varios significados, yo no la conocía. Pues si es una libélula, he visto otras fotos y aparecen en forma gastronómica.

     






 

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