La buena y la mala suerte.
Los chinos tienen un proverbio que define muy bien la situación. Dice este proverbio que en la China antigua había un agricultor que tenía un solo hijo varón y le ayudaba en las tareas del campo, un día un carro le pasó por encima de la pierna produciéndole una fractura, con lo cual tuvo que encamarse, eso produjo una profunda tristeza en la familia así como entre sus amigos del pueblo, pero al poco estalló la guerra y todos los jóvenes fueron reclutados, excepto el hijo del agricultor, esto le salvó la vida, pues muchos no volvieron. Esto definiría un poco lo de la buena y la mala suerte. En Japón cuando Masako se comprometió con Naruhito, muchas familias la envidiaron. Un cargo así conlleva favores, y prebendas de todo tipo. El tiempo va pasando y Masako no anuncia embarazo, si para muchas familias normales es una desgracia, imagínense para una futura emperatriz. Por fin cuando después de 17 años de matrimonio se anuncia el embarazo fue considerada una buena noticia, cuand