En la corte de Hassan II.
El palacio real de Rabat,de una sola planta era inmenso y vivían toda suerte de personajes.En aquellos años la diversión era escasa, no había televisión satelital, y al rey no le gustaban los conciertos de música andalusí, ni el teatro, y su vida resultaba monótona, así que se procuraba la diversión con los bufones, estos en realidad eran cuenta cuentos que había ido apareciendo por recomendación de unos y otros. Después de la cena, rezaba un rosario, en una esquina, y el equipo de bufones comían pastelitos de mayu, el mayu es un aceite de kif de primera calidad, cuando el rey terminaba el rosario se acercaba a donde estaban y estos comenzaban a contarles historias graciosas para hacerlo reir. Pero el organigrama de palacio era más complejo, había unos funcionarios con una misión muy concreta, buscarle esposas a tabajadores de palacio que llevaban una vida casi monacal, estos salían con ciertra frecuencia y por seguridad de palacio decidieron casarlos y alojar...